miércoles, 26 de febrero de 2025

Bulimia, ¿por qué se sigue permitiendo?

Se ha atacado mucho a la anorexia y puesto solución. 

Sin embargo, alguno/as, para mí no profesionales, han inculcado el modelo de comer como alguna actividad, diversión, ocio o quéhacer, más que una necesidad. Y hasta se han burlado, o jugado, con las cantidades de ingesta. 

En Mallorca se realiza mucho la burla de quien come más, menos, que si estoy no, que si estoy sí, que eso es muy poco, que si zampa más... Al igual que en muchos pueblos de la península ibérica, Sudamérica y algunos que no tengo localizado ni controlado. Otros factores: falta de ejercicio, o exceso, falta de sueño y/o descanso, comer más grasa, y muchos más. 

Me preocupa, no sólo por el sobrepeso del juego, ya que muchos caen, engordan, superan las ingestas y, aunque no obtienen resultados rápidos, acaban volviendo a métodos tóxicos inadecuados como vómitos (que no es lo mismo que en enfermedad, embarazo, reacción de asco puntual...) y exceso de ejercicio (incluido el sexo con o sin amor), sin fijarse en la alimentación, los tiempos, cantidades, productos... así como en la forma de pensar, respirar, descansar y relajarse. Incluso, tomando drogas, como cocaína y exceso de cafeína (que puede ser una causa de aumento de apetito).

Y además, socialmente, he conocido personas muy bien consideradas por tener bulimia, como si fuese lo más "in" y "chic" del mundo, y "cool" y factible.

Intentar eliminar toxicidades corporales sólo con orina, vomitando, excediéndose de nuevo con la ingesta y no tratándose, es asqueroso. Muchas personas acaban con dientes defectuosos, o falta de ellos, piel, estómago y otros órganos dañados (incluido el sexual), y nunca en el peso que quieren, cuando la solución es una terapia que no es un castigo, ni maltrato y hasta puede ser una forma divertida de reeducar el cuerpo, aprender buenos modales corporales, aceptar las posibles posibilidades reales corporales y hábitos saludables, además de aumentar auestima y aceptar la salud más que la enfermedad, e incluso, cambiar de grupos sociales que "alaban" y toleran dicho trastorno, por personas más sanas y tiempo libre sano feliz, que no está reñido con la moda, ni el teatro, ni el cine, ni la lectura, ni el gimnasio.

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