No estamos hablando de jugar, como se hacía antes, a seducir a la otra parte quién lo consiente, porque tiene apetito sexual y, aunque si deseo es bajo, desea la relación y deja a la otra parte hacer...
Estamos hablando de obligación. De deber. De tener siempre que acceder cuando quiere la otra parte, sin ganas, y consentir sin querer. Pues no. Y aunque conozco abogados, ingenieros, policías, psicólogos, profesores, músicos...que lo veían así y por eso me quedé y estoy sola...por fin alguien legal lo reconoce.
Parece que eres un 0 a la izquierda cuando los demás quieren placer y tú no tienes ganas, o no estás con ilusión, o estás estresada y cansada... Igual en hombres. Pues tienes derecho a decir si quieres o no. Como las veces que te quedas tú con ganas y respetas que ellos no quieran. O ellas, dependiendo a quién le pase. Parece que recibes desprecios y hasta te miran mal si te masturbas sin molestar a nadie en tu casa, mientras tienes que estar siempre dispuesta y abierta, receptiva o actuando, a hacer siempre lo que la otra parte quiera, sea cuando quiera como no. Y no.
Somos personas, y nos comunicamos, decimos lo que queremos, cuando y como, y si no, también. Pues así es. Es cierto que así se fomentan muchasas conductas y comportamientos individuales, como masturbación, independencia e individualismo, pero a veces es es mejor que ir en grupos sin ser aceptados, o tener parejas que someten y maltratan, sea de buena como mala forma. Porque lo hacen. Y oye, ya habrá personas y grupos en los que estar, porque si son así, mejor seguir sola hasta or con quién te sientes a gusto, y es mejor separarse, divorciarse y esperar una nueva persona con quién tener relaciones sexuales, emparejarse y/o amar.
Y te lo digo de corazón, porque me ha tocado los dos extremos, aunque sin boda ni divorcio: tanto el adicto que no aceptaba menos respuesta sexual, como quien montaba un circo cada vez que tenías ganas de hacer algo erótico...
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