Hay personas emperradas en el grupo del colegio, instituto, Universidad, trabajos, cursos, gimnasios... Y no es malo verse, mantenerlas, si se desea.
Lo malo, los grupos cerrados. Aquéllas que no permiten cambios, no de nuevos o partida de los miembros, que no siempre quieren permanecer o sienten que, a nivel personal, no encajan (y no tienen por qué ser enemigo/as). Es triste como personas no aceptan la individualidad y personalidad y siempre quieren ser grupo cerrado, en lo personal.
También es malo cuando no te aceptan e incluso mienten, acerca de hechos, o calumnian acerca de perfiles profesionales, estudios, gustos, etc
Pero, por lo demás, estar o no en un círculo de amigos/as (que no actividades, conferencias, etc aunque surgen amistades) en la vida privada, sea del colegio, gimnasio, club de pádel, cocina, etc no es una obligación. Incluso, la familia, aunque lo triste es que las personas de la propia familia mientan o calumnien negativamente sobre ti para quedar bien, quedando ellos/as mal.
Y siempre hay personas por el mundo. Y en tu lugar de residencia. Y cuando viajas. O cuando navegas en internet. O de otras áreas, aficiones, preferencias, antiguos trabajos, establecimientos donde se frecuenta diariamente, o haces amistad con propietarios/as y/o empleado/as, usuario/as, etc Y a veces, hay amistades. A veces, no apetece hablar o conocer a alguien, pero a veces, sí. Y si hay ganas. Pero si no, no se debe de forzar. Seas profesional o no, profesor/a o no, si no es un problema legal o un caso sentenciado en el trabajo, no se puede.
Así que...libertad de elección siempre.
Sea en amor, preferencias, como, incluida, amistad.
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