miércoles, 9 de abril de 2025

Marketing tóxico: rozando la insanidad

Y no me refiero a marketing de terror, miedo o similares. Ese, hasta tiene su gracia. Pero otros pueden rozar la ilegalidad, inmoralidad, autoestima e incluso conllevar a problemas de salud aparte de sociales.

El marketing tóxico, aunque yo no tenga estudios concretos (aún) sobre ello, puede ser bastante cruel y sucio. No sólo en anuncios de discriminación, por los motivos que sean, o promoción en demasia y general de algo que no, o cuando es engañoso o fraudulento.

Jugar a cambiar profesiones o adjudicar a alguien sin tenerla, mentir sobre productos, servicios, dar malas indicaciones de hábitos de salud generalizando sin personalizar, criticar a otra marca para considerarse mejor, imponer sólo un modelo de relación, obviar indicaciones, generalizar, insultar al consumidor, humillarlo como si no fuese apto en vez de dejarle decidir que servicios/productos no o si le gustan o si son sólo para x edades...es algo que se está dando. En publicidad, televisión, periodismo, agencias...Y profesionalmente, ya modelos haciéndose pasar por doctores, abogados, profesores, policías...imponiendo sus criterios, humillando y no siendo profesionales, no.

Así pues, el marketing inocente de perfumes que nos cuentan historias, de productos de casa, de lo guay que es conducir un coche, de restaurantes... No es como los de Sexología, salud fraudulentos, generalizar x cánones de belleza como si otros más naturales o artificiales fuesen feos o siempre insanos, ver cómo siempre la persona de piel oscura tiene la razón o parejas de elevadas diferentes edades  como algo general, no. 

Así pues, hay mucho trabajo por hacer. Y los cuentos de las fragancias, estarían muy bien todo el año, no sólo en Navidad...

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