Si bien muchas mujeres rompen con atuendos y estilos tradicionales y clásicos, no siempre lucir de forma elegante, femenina y coqueta es sinónimo de machismo, como he llegado a observar y oír.
No está reñido. La idea de "mujer perfecta", sin generalizar, como en cánones, tópicos, ideales o arte no está reñida con la realidad, ni es "idea de hombres", ni es faltar al sexo femenino. Querer arreglarse de un estilo concreto, ser correcta, adorar el hogar y algunas (o todas) las funciones en éste, querer cocinar para tu cita/ novio/ pareja/ marido (sea en contadas ocasiones o "para siempre"), adorar las labores del hogar, querer tener un grupo de amistades similares, acudir a gimnasios exclusivamente femeninos, dar importancia a tu salud, belleza y físico, aprender a ser buena mamá, etc no es algo no feminista y no es incompatible con el amor, la mujer de carrera con estudios. Quizás, incluso, es el feminismo primerizo, más que el romper con la estética o con x estereotipos que algunas seguimos dando por válidos (no todos) porque nos gustan y sabemos que hay personas que encajan/encajamos en ellos.
Querer seguir la idea de Glen Close en "Las mujeres perfectas" no es una locura como puede parecer, dentro de una realidad sin interpretar. Sigo a profesionales como Laura Bellarosa que, con gracia, arte y educación, dirige de forma feminista a las mujeres a esa educación, así como Estefanía Mercader, Aina Bagur, María Pérez Conchillo y Myriam Ribes. No están reñidas con ideas más liberales, aunque sean diferentes, del feminismo de Sylvia DeBéjar, Anaria Marqués, Esperanza Bosch o Judith Rodríguez Lorca, otras profesionales de mi gusto.
Cada uno/a es como es, y los libros y el cine, especialmente de Hollywood nos puede enseñar mucho mundo sin salir de casa, pero hay realidad factible no difícil de conseguir ni vivir, dependiendo la persona, gustos, preferencias...y no siempre, imposible, ni quizás, tan anticuado o poco interesante como pueda parecer a algunos/as.
No hay comentarios:
Publicar un comentario