Si bien es cierto que no siempre eres hombre o mujer o andrógino dependiendo el sexo en el que naces, en un trabajo sí, y a veces una mujer no puede hacer las mismas tareas que un hombre y un hombre no puede hacer las mismas tareas que una mujer. O quizás sí pero en niveles o pesos o alturas diferentes, o quizás simplemente no sea siempre el hombre el policía ni la mujer la cocinera.
Ambigüedad, es lo que hay hoy en día, en muchas personas, trabajos y lo triste es no aceptar la diferencia o integración, y rebajar o etiquetar a alguien de algo que es o no es.
O no aceptar que una chica a veces quiere ser una chica y no un hombre, o jugar a ambos roles en según qué ámbito, ya que no siempre queremos ser la seducida o ser la conductora del coche.
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